Comunicación oral a través de trabajo con las emociones (corrección)
Con el
trabajo de las mismas, se persigue que el alumno/a sea capaz de identificar
aquellas emociones que le invaden, que sepa nombrarlas y saber qué son. Una vez
que saben lo que sienten pueden ahondar en el motivo por el que surge y en el
modo que lo aceptan y se comportan con ello. Saber lo que uno siente da la
posibilidad de poder conocerse mejor y saber relacionarse consigo mismo y con
el entorno de una forma más adecuada (Campillo Ranea, 2010).
Goleman establece que la inteligencia emocional es “la
capacidad de reconocer los sentimientos propios y ajenos, de poder
automotivarse para mejorar positivamente las emociones internas y las
relaciones con los demás.” (Goleman en Campillo Ranea, 2010).
Es por todo ello, que se plantea una sesión en la que se
trate el tema de las emociones y la expresión oral en gran grupo. El respeto,
la empatía, la comunicación se trabajan a través del conocimiento de uno mismo
y del otro y para ello, el diálogo es una herramienta esencial e idónea. Se
trata de un diálogo en el que los alumnos van a trabajar en tres fases. Nombrar
e identificar sentimientos que pueden poseer, determinar los momentos en los
que se pueden producir y las consecuencias que tienen en ellos.
Es una sesión ideada para alumnos de sexto de primaria y,
para mantener un ambiente que propicie el respeto y la buena convivencia, se
recordarán las normas que los alumno y alumnas escribieron y se comprometieron
a cumplir a través del contrato de su aula, siendo este un acuerdo que
establecieron con el maestro al principio del curso. En él establecieron
aquellos aspectos que se comprometían a cumplir (Respetar el turno de palabra,
tratar a los compañeros como les gustaría ser tratados, escuchar, respetar las
opiniones ajenas, mantener un ambiente placentero en el que los alumnos se
sientan a gusto tal y como son) a cambio obtenían una serie de privilegios como
escuchar cinco minutos de música al final de la jornada escolar, escoger sus
propias temáticas para las historias de la clase de lengua y crear sus propios
juegos matemáticos. Si no se cumplen las normas se establecerán consecuencias
directas con las acciones que se han realizado (si se ha manchado la clase se
deberá limpiar, por ejemplo).
La sesión en el aula comienza con la presentación de la
temática a los alumnos. Se llevará a cabo una clase en el que las emociones, lo
que sentimos y lo que expresamos es lo importante y ninguno de ellos será
juzgado, todos tienen voz e igual importancia y capacidad para expresar aquello
que quieran aportar.
Se comenzará la clase con una serie de imágenes obtenidas
del libro “Emocionario”. Son imágenes que diferentes ilustradores han realizado
para representar las diversas emociones. Son: la alegría, el miedo, la
tristeza, el asco, la inseguridad….
Las imágenes estarán puestas en una pared de la clase y el
aula sentada en semicírculo, sin mesas ni muebles que obstaculicen la
comunicación y la visión de todos los componentes del aula. La profesora estará
sentada en el semicírculo como todos los alumnos y su cometido es hacer
preguntas que den lugar al inicio y la continuación de los diálogos y dar pie a
algunas reflexiones. También llevará a cabo la labor de mediadora, preguntará
acerca de las emociones a los alumnos, y se asegurará de que se comenten, se
discutan y se argumenten las respuestas que un niño dará sobre la emoción que
cree que se representa. Así
pues la profesora comenzará la clase preguntado a qué sentimientos creen que
pertenecen esas imágenes. La profesora (mediadora) irá nombrando a aquellos
alumnos que quieran participar y preguntará a otros sus opiniones para
incentivar su participación. Además la profesora podrá preguntar por qué creen
que esa es la correspondencia, qué les ha hecho pensar así y qué les inspiran
las imágenes. Intentará que exista un hilo conductor, que no sean simples
intervenciones individuales, sino que los alumnos comenten y reflexiones acerca
de las ideas de los otros, que relacionen sus pensamientos con lo dicho o
formulado por otro compañero.
Tras identificar las emociones de las que se van a hablar se
comienza la siguiente fase que comienza con la siguiente pregunta: ¿Cuándo has
sentido esa emoción? Seguida de otras preguntas como: ¿Por qué crees que la
sentiste? ¿Qué la provocó? ¿Cuál fue la consecuencia de la misma?
Se trata de un intercambio, de permitir al alumnado que
exprese sus respuestas a todas las preguntas anteriores mediante el diálogo y
la relación de pensamientos. Él ha sentido eso en este momento, tú lo has
sentido de un modo totalmente distinto, por qué crees que lo has sentido
diferente, por qué lo creen los demás.
Para evitar que ningún alumno/a se quede sin hablar o su
timidez le impida expresar sus opiniones o aportar ideas a lo expresado por
otros alumnos, se recordará en la lectura del contrato de aula la importancia
de todos y cada uno de los miembros del aula y se animará a la participación
total que permita crear una comunidad de aprendizaje mucho más rica y variada.
Para permitir que todo el alumnado se sienta cómodo se les permitirá que elijan
su sitio en el semicírculo. Además el encargado de la palabra tiene el cometido
de hacer participes a todos sus compañeros, por lo que deberá dar la palabra a todos
y la misma profesora puede realizar una pregunta y comenzar el diálogo
diciéndole a un determinado niño/a qué opina.
Si existiese algún alumno que imposibilitase el transcurso
correcto de la sesión por interrupciones constantes se le recordarían las
normas del contrato que ellos acordaron y firmaron. Si la conducta persistiese
se podría aprovechar para incluirlo en la sesión de emociones y sentimientos.
Intentar trabajar la empatía y el respeto a través de la reflexión de los
propios actos: ¿Cómo crees que se siente el alumno que es interrumpido? ¿A ti
te gusta? ¿Cómo te gustaría ser tratado? ¿Qué sentís los demás al no ser
escuchados? ¿Cómo os gustaría que fuese este diálogo?
Para evaluar se atenderá a una serie de aspectos
relacionados con la expresión oral: escuchar (comprender), hablar (expresión),
conversar (interacción) y mediar (mediación) (Jiménez Benítez, 2010). Para ello se crearán dos tablas de evaluación,
una para el profesor y otra para los propios alumnos. De este modo el propio
alumno podrá apreciar sus puntos fuertes y sus débiles y saber cuáles son los
que tiene que potenciar y aquellos que tiene que mejorar. Además permitirá que
aprecie su propio progreso a lo largo del curso
.
Tabla de evaluación para el maestro:
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Nunca
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A veces
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Siempre
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Comentario
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Escucha atentamente y de forma respetuosa
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Respeta el turno de palabra
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Participa de forma activa
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Modula el tono de voz
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Vocaliza y habla con claridad
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Desarrolla respuestas o ideas relacionadas con el diálogo que se está
estableciendo
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Argumenta sus opiniones e intervenciones
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Usa un lenguaje adecuado al contexto y a la temática
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Expresa de forma ordenada y nítida la idea principal de su discurso
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Respeta las opiniones ajenas pese a que no las comparta
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Tabla de evaluación para el propio alumno:
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Nunca
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A veces
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Siempre
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Comentario
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Escucho atento y respetando a
los demás.
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Respeto el turno de palabra
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Participo de forma activa
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Modulo el tono de voz
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Vocalizo y hablo con claridad
en mis intervenciones
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Desarrollo respuestas o ideas
relacionadas con el diálogo que se está estableciendo
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Argumenta mis opiniones e
intervenciones
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Uso un lenguaje adecuado al
contexto y a la temática
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Expreso de forma ordenada y
nítida mi idea.
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Respeto las opiniones ajenas
pese a que no las comparta
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Además, para evaluar al alumnado, también se llevará a cabo
después del diálogo una breve retroalimentación oral y pública para cada niño
en el que se remarque un punto débil para mejorar y un punto fuerte para
reforzar y felicitar. Por otro lado y, con la finalidad de mejorar la labor
docente y futuros diálogos, se pedirá a los chicos y chicas de la clase que
expresen de forma oral aquello aspectos sobre la organización y el desarrollo
de la actividad que les ha gustado y los que mejorarían, con el fin de evaluar
la acción docente y la propia sesión.
Bibliografía
.
Campillo Ranea, J.E. (2010). La importancia de la educación emocional en las aulas. Recuperado
el 23 de febrero de 2018: http://www.juntadeandalucia.es/educacion/webportal/abacoportlet/content/ab2f1d46-cd27-47f8-b849-e928a701df05
Curwin, R. L. y Mendler, A.N. (1999). Disciplina con dignidad. EUA:ASDC, traducción al español autorizado
al Iteso, 2003.
Recuperado el 23 de febrero de 2018:
Página web consultada: 10
tipos de actividades para trabajar la expresión oral en el aula por
Estrella López Aguilar.
Recuperado el 24 de febrero de 2018:
Jiménez
Benítez, J.R. (2010). Evaluación de la
competencia comunicativa. I Congreso de Inspección de Andalucía:
Competencias básicas y modelos de intervención en el aula. Mijas: Junta de
Andalucía
Mora, F (2013). Neuroeducación.
Sólo se puede aprender aquello que se ama. Madrid: Alianza Editorial.
Perfecto.
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